viernes, 25 de noviembre de 2011

Para mi hija

El inmenso cielo nunca alcanza
para cubrir la dicha que me inunda
fue mi vientre Flor de Esperanza
al sentir tu vida tan profunda.

Mil gracias Padre mio, por el angel
que me acompaña ahora en este tiempo
pequeño sol, dulce pan, blanco y suave
ostia pura, para cualquier lamento.

Milagro de amor, Nova estrella
que desvelas y encadenas este cuerpo
ya no importa los desgaste que planeas
si en tus claros ojos recobro el aliento.

A tu lado guradían seré
para celebrar o llorar en los tropiezos
y el día que decidas solo veré
aplaudiendo tus enormes progresos.

Hija linda, piel de amor
en tus brazos mi alma para,
se detiene contemplando a Dios,
agradecida por mirarle en tu cara.

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